“No te puedes imaginar lo que es la soledad: me paso sola un día, otro día, y una semana…”. A cada vez más personas mayores como Pilar el tiempo se les hace muy largo. Demasiado tiempo solas, sin recibir una llamada o una visita.  

La ausencia de familiares y amistades se suma a los problemas de salud y movilidad que arrastra una mujer mayor y ciega como Pilar, que le impiden salir sola a la calle. Como una pescadilla que se muerde la cola, la soledad agrava la salud física y mental, y viceversa.  

Por fortuna, Pilar ha encontrado sus “ángeles de la guarda”, como ella les llama: Adri, Pepe y Natacha, voluntarios de la Fundación Grandes Amigos, que le visitan para conversar y animarla. También salen a tomar café, dar un paseo o le acompañan a citas médicas.  

Pero si hay una cosa que le chifla a Pilar son las meriendas que organizamos en Grandes Amigos: “Vienen a buscarme a casa, y lo hacen de mil amores, me llevan en taxi al lugar de la merienda y luego me traen. Allí conozco a otras personas con las que puedo chalar. ¡Mejor no se puede estar! Para mí, que no veo, es un día de luz cada vez que vienen”. 

Pilar no ha tenido una vida fácil, pero siempre regala su mejor sonrisa para salir adelante frente a la soledad. ¿Y tú, qué vas a hacer? En Grandes Amigos te ofrecemos diferentes opciones: