¿POR QUÉ LO HACEMOS? 

La soledad ya es considerada un problema de salud pública por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Según diversos estudios científicos, la soledad no deseada es tan nociva como fumar 15 cigarros al día o peor que la obesidad. Incluso, si no varían los estilos de vida, se convertirá en el principal factor de riesgo para la salud en las sociedades occidentales.

La soledad es factor de riesgo de múltiples problemas de salud, tanto física como mental:

• Pérdida de autoestima.
• Depresión.
• Deterioro cognitivo.
• Demencias.
• Trastornos del sueño.
• Trastornos de la alimentación.
• Pérdida de movilidad.
• Hipertensión.
• Enfermedades cardiovasculares.
• Alteración del sistema inmunológico.
• Mortalidad temprana.

Ojo, vivir solo no tiene por qué ser sinónimo de sentirse solo, pero sí es factor de riesgo de soledad no deseada cuando se combina con enfermedades crónicas, movilidad reducida, vivienda no accesible, escasa red familiar y vecinal o pensiones bajas. Una combinación cada vez más habitual entre los 2.131.400 de personas mayores que viven en hogares unipersonales en España (fuente: INE), sin olvidar a las 384.251 personas que viven en residencias de mayores (fuente: CSIC).

Hoy en día 1 de cada 5 españoles tiene 65 años o más… ¡y en 2050 seremos 1 de cada 3! ¿Vamos a seguir permitiendo discriminar, rechazar y aislar a un tercio de la población por su edad, tal como ocurre en la actualidad?

La creciente soledad no deseada, fruto de las tendencias demográficas y sociológicas arriba explicadas, llevan cada vez a más personas mayores a llamar a la puerta de la Fundación Grandes Amigos. Hoy ya son casi 1.600 mayores, que tejen vínculos de amistad con cerca de 1.800 voluntarios/as (datos de nuestra última memoria).

Y es que la soledad no se puede arreglar pagando compañía, sino tejiendo lazos afectivos, de manera desinteresada y voluntaria, desde el trato igualitario y sin paternalismos. Es lo que promovemos a través del voluntariado de Grandes Amigos. Y siempre desde la cercanía de los barrios y la buena vecindad, una fórmula que mantenemos desde nuestros inicios en 2003 y que está llamada a ser clave en la lucha contra la soledad del futuro.

No es casual la abrumadora mayoría de mujeres en Grandes Amigos. Aparte de una mayor longevidad femenina, existen motivos de género que han marcado la vida de muchas mujeres y ahora contribuyen a esa soledad:

• Falta de oportunidades desde niñas, sin poder estudiar y prosperar por el mero hecho de ser mujer.
• Imposición del rol de cuidadora al servicio de toda la familia y de la sociedad, impidiendo su desarrollo personal y social.
• Vida laboral (cuando la ha habido) marcada por baja remuneración, falta de cobertura social y puestos de gran sacrificio. Todo ello conduce a una vejez de pensiones bajas y con una salud precaria.

Por tanto, en Grandes Amigos somos testigos de la doble discriminación a la que se enfrentan tantas mujeres en la vejez, por edad y por género. Conoce algunas de estas historias en nuestro proyecto ‘Soy mujer, soy mayor’. 

Además de acompañar en domicilios y residencias o de organizar meriendas y encuentros de socialización, en Grandes Amigos trabajamos en otros aspectos que mejoran la vida de las personas mayores. Uno de ellos es el propio análisis y mejora de la intervención social que desarrollamos cada día. Por eso, para medir el impacto de nuestra labor, recogemos la opinión de nuestros participantes de forma constante.

Hemos evaluado nuestro modelo participativo y cómo el acompañamiento afectivo que realizamos impacta en las personas mayores, quienes han participado junto con el voluntariado y el equipo profesional en este estudio, llevado a cabo con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Consulta aquí el resumen de la evaluación.