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Las personas mayores que viven solas superan los 2 millones por primera vez

Abr 2, 2019

 

El número de personas mayores que viven solas en España ha batido récord y supera por primera vez en la historia la barrera de los 2 millones, alcanzando las 2.037.700, como indica nuestra infografía.

Estos datos, recogidos en la Encuesta Continua de Hogares de 2018 publicada por el Instituto Nacional de Estadística, revelan el aumento de la soledad de las personas mayores en nuestro país, a veces elegida, pero otras muchas no deseada.

 

 

Desde la ONG Grandes Amigos no solo trabajamos desde hace 15 años para paliar la soledad de las personas mayores, sino que además venimos alertando a toda la sociedad del crecimiento de este fenómeno que afecta a la calidad de vida, la salud y la dignidad de las personas mayores.

Por un lado, que cada vez haya más mayores capaces de seguir viviendo solos -al margen de que tengan 70, 80, 90 o casi 100 años- es síntoma de autonomía durante el envejecimiento. Pero, por otro lado, muchas de estas personas envejecen sin lazos afectivos con los que comunicarse a diario, ni familiares ni vecinales, lo cual hace que se multipliquen las posibilidades de sentir soledad no deseada y aislamiento.

De hecho, el 59% de las personas de 65 o más años que vive solo reconoce sentirse solo (según un estudio de CIS-Imserso).

 

LA SOLEDAD TIENE NOMBRE DE MUJER

En total, 4,7 millones de ciudadanos de todas las edades (4.732.400) viven sin nadie más bajo el mismo techo, de los cuales el 43% (2.037.700) son personas mayores. Pero uno de los datos más reveladores es que 1 de cada 3 españoles que viven solos es una mujer de 65 años o más.

De esos 2 millones de mayores que viven solos, el 71,9% son mujeres (1.465.600). Esta desproporción de género se agudiza mucho más entre las personas mayores que acompañamos cada día en Grandes Amigos, donde cerca del 89% tiene nombre de mujer.

 

 

Paquita, la protagonista de nuestra impactante campaña de sensibilización ‘Familias Hinchables’, representa a un colectivo especialmente vulnerable a los efectos de la soledad no deseada y que no para de crecer: y es que si analizamos cómo es la vida de las mujeres que superan los 85 años en España vemos que casi la mitad (el 42,7%) vive sola, frente al 23,6% de los hombres de su misma edad.

Hay que tener en cuenta que estas mujeres de 85 años o más, aparte de vivir solas, tienen dificultades para caminar y salir de su propia casa si, a su vez, no disponen de ascensor o se topan con unos pocos escalones; sufren una o varias enfermedades crónicas; tienen pensiones muy bajas y, sobre todo, ya no cuentan con nadie en la vida para charlar o contarle simplemente cómo se siente.

 

¿TENEMOS LA SOCIEDAD QUE QUEREMOS?

Carmen, Josefa, Felipa o Manolo son algunas de las cerca de 900 personas mayores que acompañamos en Grandes Amigos y que ponen nombre a estas estadísticas, enmarcadas en un contexto demográfico en el que todos estamos llamados a vivir más tiempo y más solos: nuevos modelos de familia con menos individuos; baja natalidad; somos el país del mundo con mayor esperanza de vida -por detrás de Japón-; tenemos una sociedad cada vez más individualista, impersonal y frenética, que prima lo joven, lo inmediato y lo superficial y da la espalda al valor de la experiencia y la profundidad que dan los años de vida, y que discrimina e incluso infantiliza a quien tiene arrugas por culpa de unos falsos estereotipos que vinculan vejez con declive vital, aburrimiento, tristeza o enfermedad.

 

 

Es significativo cómo la opción -elegida o no- de vivir solo aumenta un 3,9% entre las personas mayores y, sin embargo, desciende un 1,2% entre los que tienen menos de 65 años.

Muchos de estos elementos, que hoy perjudican a quienes ya han cumplido 80 o 90 años pero que también nos afectarán a quienes aspiramos a llegar a esa edad en el futuro, los podemos cambiar con pequeñas acciones individuales. Pues es la suma de muchos lo que transforma el todo.

 

¿QUÉ PUEDO HACER YO?

Un primer paso que cualquiera podemos dar es empezar a relacionarnos sin complejos con nuestros vecinos más mayores, a los que apenas conocemos porque siempre vamos corriendo o mirando el móvil. Grandes Vecinos, nuestro programa que previene la soledad a través de la recuperación de las relaciones vecinales de toda la vida, es una forma flexible y saludable de disfrutar del barrio junto con las personas mayores que viven más cerca.

Tejer una bonita amistad con una persona mayor que está sola, en su casa o en una residencia, le ayuda a sentirse más acompañada y querida; pero también verás cómo esa relación te reporta grandes beneficios personales. Para ello te recomendamos hacer voluntariado semanal y participar juntos en las actividades grupales de socialización que organizamos en tu barrio.

 

 

Si te importan las personas mayores y, a lo mejor no dispones de suficiente tiempo, puedes hacer mucho con una donación o convirtiéndote en socio/a de Grandes Amigos. Tu ayuda regular, aunque sea pequeña, es lo que nos permitirá acompañar a más mayores que hoy están solos y que esperan nuestra compañía, afecto y amistad.

 

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