El número de personas mayores que viven solas en España ha vuelto a crecer: ya son 1.960.900, casi 2 millones, según acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística.
Además, la soledad tiene nombre de mujer. El 72% de las personas mayores que viven solas son mujeres, una cifra que va en aumento y que sobre todo afecta a un perfil muy vulnerable: el de mujer mayor de 85 años, viuda, con una red social muy reducida, que sufre enfermedades crónicas y tiene dificultades de movilidad y que incluso puede vivir en una vivienda sin ascensor.
A estos datos se suma otra realidad creciente: la actual sociedad no tiene en cuenta a las personas mayores, que cada vez tienen más difícil relacionarse y tejer nuevos lazos afectivos.
Con esta situación, en Amigos de los Mayores estamos comprobando cada día cómo crece el riesgo de sufrir soledad no deseada entre las personas mayores y, en consecuencia, sus efectos negativos en la salud: deterioro cognitivo, depresión, pérdida de movilidad, enfermedades cardiovasculares y mortalidad temprana, según apuntan recientes investigaciones.
Sin embargo, Amigos de los Mayores está demostrando allá donde actúa que se puede dar la vuelta a esta situación. ¿Cómo? Implicando a toda la sociedad: administraciones públicas, empresas y ciudadanía.
Queremos compartir contigo el secreto de nuestra fórmula para frenar la soledad de las personas mayores, que se basa en estos tres ejes:
- Impulsar proyectos de participación ciudadana como el voluntariado intergeneracional y de acompañamiento afectivo, que favorece la autonomía, inclusión y desarrollo personal y social de las personas mayores a la vez que reporta beneficios a los voluntarios/as.
- Facilitar las relaciones sociales de proximidad, recuperando los lazos vecinales en los barrios, como hacemos con el proyecto Grandes Vecinos.
- Sensibilizar a la población empoderando a las personas mayores como activos de la sociedad que siguen teniendo mucho que aportar, derribando su actual imagen estereotipada que las muestra como personas tristes, aburridas e incapacitadas.
Tal como comprueba cada día Amigos de los Mayores, la mejor manera de paliar la soledad es generar vínculos afectivos basados en la compañía presencial, de ‘carne y hueso’, y la amistad duradera y verdadera, sin contraprestaciones. Si quieres apoyar nuestros programas de acompañamiento y socialización, entra aquí.