Fina, Eratsi, Isabel, María, Renato, Rosi, Marta… ¿qué tienen que ver estos vecinos del madrileño barrio de Tetuán con Jimmy, Claire y otros jóvenes procedentes de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido o Filipinas? Aparentemente nada; sin embargo, el proyecto Grandes Vecinos los ha unido demostrando que las relaciones más locales, las de barrio, son compatibles y complementarias con las surgidas tras la globalización.

 

“En la merienda hemos compartido experiencias e historia de vida; hemos charlado de los contrastes en las grandes ciudades, del papel de las personas mayores en los barrios y de las diferencias culturales e intergeneracionales en distintas partes del mundo”

 

Personas jóvenes y mayores que formamos parte del proyecto Grandes Vecinos en el distrito de Tetuán hemos salido a merendar con un grupo de chicos y chicas angloparlantes con conocimientos de español, que están participando en el programa BEDA (Bilingual English Development and Assessment); sin duda una gran experiencia intergeneracional e internacional.

La mayoría tienen entre 20 y 30 años y han venido desde diferentes lugares del mundo para formarse como profesores auxiliares de conversación en inglés en colegios de Madrid, ayudando a dominar el inglés a estudiantes de infantil a bachillerato. Su formación en España incluye participar en un voluntariado social y, de todos los existentes, han elegido Grandes Vecinos.

Gracias a Grandes Vecinos, el proyecto con el que prevenimos la soledad en los barrios a través de las relaciones vecinales, hemos logrado que lo local y lo global se den la mano y se retroalimenten. En la merienda hemos compartido experiencias e historia de vida; y hemos charlado de los contrastes en las grandes ciudades, del papel de las personas mayores en los barrios y de las diferencias culturales e intergeneracionales en distintas partes del mundo. Ha sido una tarde muy agradable que esperamos repetir con otros ‘grandes vecinos’.

Por Gracia Escalante

Responsable del proyecto Grandes Vecinos