Blanca confiesa que lo primero en que se fijó de Asunción fue en su risa. La risa de Asunción brota desde algún sitio con raíces profundas y se derrama por toda la habitación. De repente te encuentras nadando en unas ganas increíbles de salir a hacer cosas, a disfrutar de la vida o de cumplir noventa años con toda la alegría y la serenidad que tienen los de “Asun”. Ella le confiesa a Blanca que la vida se le ha pasado extraordinariamente deprisa, y que esta es la etapa que más disfruta “En la que masca más la existencia” aferrada al presente liberada ya a prisa.

Asun cumple 90 años, y no le importaría celebrarlos en pleno crucero, aprovecha para lanzar un recado a su familia, mientras tanto siempre que puede sale con Blanca, queda con sus amigas o se ponen guapas para San Isidro. A Asun siempre le ha encantado bailar y nadar, esto último lleva tiempo sin poder hacerlo pero tampoco le importa , nos cuenta un secreto, “A veces recordar algo puede ser tan bonito como vivirlo”, Yo cierro los ojos y me acuerdo con qué nadaba con eso me basta. Blanca le confiesa que le gustaría llegar a su edad siendo como ella y le pide un consejo sobre como disfrutar de la vida. Asun nos hace el regalo de otra de sus carcajadas desbordantes y le responde”¿La vida?, a tu edad lo único que tienes que hacer es vivirla”.